
La vida te da sorpresas. Y si a mí me dices hace tan sólo unas semanas que yo iba a poder estar con el reconocido emprendedor social y Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus cara a cara, hombro a hombro contándole mi proyecto y recibiendo de su sabiduría, me hubiera reído.
Hoy voy a compartir contigo una experiencia muy enriquecedora y extraer para ti algunas pepitas de oro de gran valor. La primera lección para mí aquí, a propósito del primer párrafo, es la de aumentar la confianza en mis posibilidades. Mi consejo para ti: sueña tan alto como te sea posible.
El programa Emprendeverde con Yunus
Todo comenzó con un enlace que mi gran amiga Lorena (recientemente nombrada mejor emprendedora social de la Región de Murcia), me pasó con un programa de emprendimiento verde y social llamado Emprendeverde con Yunus.
Me pareció un programa muy interesante. De hecho, yo estoy últimamente reclamando mucho que haya más programas de emprendimiento Verde y social. ¡Y qué mejor manera que hacerlo de la mano de la Fundación Biodiversidad (del Ministerio de Transición Ecológica), Tándem Social y el mismísimo Muhammad Yunus!

Sin pensarlo mucho, rellené mi solicitud al programa y la envié. ¡Seleccionaban a sólo 15 proyectos de toda España! Así que, en ese momento, no tenía la más mínima esperanza de que en menos de 48 horas recibiera la llamada de que estoy dentro del programa, como así sucedió. A mi sorpresa y alegría se fue sumando las felicitaciones de mis amigos y compañeros del emprendimiento.
Ahora solo tenía cuatro días para hacer la maleta y preparar el viaje a Madrid. Me aguardaba una experiencia única y potenciadora.
¡Bien! Voy a ahorrarme muchos detalles sobre el viaje y las vivencias de esos días para tratar de resumir. Sí debo de contarte que los 15 seleccionados hicimos una especie de piña muy rápido. Formamos una gran familia. De hecho, al despedirnos hubo muchas frases, reflexiones y momentos entrañables.
En cuanto a la Fundación Biodiversidad, nos hicieron sentir como en casa todo el tiempo. Nos cuidaron y estuvieron muy atentos a nosotros casi para cualquier cosa. Se respiró auténtico ambiente de hospitalidad. Invitaban a una comunicación bidireccional interesándose a menudo en nuestro feedback para mejorar desde la fundación. ¡Gracias a Bruno, Ignacio, Sonia y a todo el equipo de la fundación!
Nuestros ponentes Jaime y Blai así como mi mentor asignado, Jaume Oller, pertenecen a Tandem Social. La mayoría destacamos de ellos su trato cercano y toda la formación fue planteada desde una posición muy horizontal. Eso fomentó muy buen ambiente. Más que como maestros, los vimos como compañeros de los que tenemos muchísimo que aprender. A fin de cuentas, todos somos alumnos y maestros al mismo tiempo, ¿no?. ¡Qué grandes son las personas así!
La importancia del trabajo en equipo
En cuanto al contenido de la formación, podría hacer muchos artículos hablando sobre él. Así que para destacar solo un punto, resaltaría lo importante que fue hacer tantas dinámicas en grupo. Cuando estamos enfocados y “enamorados” de nuestros proyectos, tenemos una visión muy limitada y sesgada de los mismos. Esto nos impide ver muchos otros riesgos, oportunidades y diferentes maneras de conseguir un mismo objetivo. Una frase muy relacionada con esta situación que a mí me gusta mucho es: “Los árboles no te dejan ver el bosque.”

Esta cuestión la pongo en relieve aquí y ahora porque es algo que todos podemos y debemos hacer aunque sea por nuestra cuenta. Al menos podemos hacernos muy conscientes de que esta visión sesgada la vamos a tener siempre y que una buena manera de disminuir sus peligrosos efectos es contando con ayuda ajena.
Un par de ejemplos de lo que estoy hablando es cuando hicimos nuestros canvas (de impacto verde y social) y un mapa mental de nuestro proyecto. En ambos casos, hicimos grupos de 4 ó 5 personas y durante un tiempo asignado todos trabajábamos dando ideas sobre uno de los proyectos del grupo. Una vez agotado el tiempo, el turno pasaba para otro proyecto. De esta manera todos trabajábamos para todos. Como podrás imaginar todos los proyectos se enriquecieron. ¿No es brutal? Tengo claro de que los emprendedores debemos de hacer más este tipo de cosas.
Muhammad Yunus y el mundo de tres ceros
Voy dejando la guinda para el final. Hablemos de Yunus. ¿Le conocías? Si ni te suena Yunus te diré que es un emprendedor social mundialmente conocido por ser el fundador de los microcréditos y el Banco Grameen (“Banco del pueblo”). Mediante estas y otras iniciativas, Yunus ha centrado su vida en ayudar a millones de personas de diferentes países y continentes a creer en sus posibilidades y salir de la pobreza. En muchas ocasiones se le llama a Yunus como “el banquero de los pobres”. Su gran labor lo ha hecho merecedor de más de 113 premios internacionales de 26 países y del Premio Nobel de la Paz en 2006.
Desde el minuto 1, notamos el trato cálido de este grande con su generosa sonrisa. A mí me preocupaba que el idioma pudiera ser una diferencia pero contamos con un equipo de traducción simultánea. Así que yo pude explicar mi proyecto a Yunus en español y él lo pudo escuchar perfectamente en inglés.

Después de escuchar nuestros 15 proyectos mientras no paraba de tomar notas, Yunus nos empapó de su sabiduría con consejos al grupo. Una de las cosas con las que insistió mucho es con la importancia de empezar en pequeño, lo más pequeño posible. Así que lo que él nos exhortó a hacer es a trocear aún más nuestros proyectos aunque algunos de ellos, ya de por sí, son pequeños. Lo importante es empezar y cuanto antes.
Yunus siguió mostrándose cercano al terminar haciéndose fotos individuales con cada uno de nosotros, sonriente. Nos regaló y dedicó su libro: “Un mundo de tres ceros”. Su manera de ser y estar con nosotros certificó una de mis máximas, que repito a menudo: “Cuanto mayor es la grandeza de una persona, mayor es su humildad”. Lo que quizás nos despista en ocasiones es que hay demasiadas personas que van de grandes sin realmente serlo. Pero el caso de Yunus es todo lo contrario.
Después de esta mentoría grupal con el maestro Yunus, había otro interesante evento para el que se sumarían casi un centenar de personas acreditadas relacionadas con emprendimiento verde y social. Se compondría de dos partes: 1) conferencia de Yunus y 2) una mesa redonda de debate.
La conferencia de Yunus casi me desgasta el bolígrafo. Muchas de sus frases eran titulares muy inspiradores. Lo sorprendente es que mantuvo una gran calidad de oratoria a pesar de su avanzada edad y de que no dispuso de bosquejo. Un banquero y empresario que se había curtido en las calles, que había convivido con las clases más desfavorecidas y transmitía toda esa fuerza y convicción con la mirada.
Algunas pepitas de oro que dijo y que me invitan a la reflexión:
- Cuando fundó los microcréditos no espero a estar realmente preparado. Simplemente se tuvo que lanzar. ¿Te suena esto? Hecho es mejor que perfecto.
- Cuando era profesor de economía se percató de que enseñaba cosas que para él no tenían sentido. Era un montón de materia inútil en medio de extrema pobreza con personas muriendo de hambre.
- Empezó haciendo pequeñas cosas en las comunidades más pobres. Se hizo uno más conociendo sus problemas e inquietudes. Ahora se sentía mucho mejor que dando clases en la universidad sobre economía.
- En lugar de dejarse influenciar por el entorno o sucumbir ante la frustración, sacó las fuerzas para ser motor del cambio. Las circunstancias y comentarios adversos no le convirtieron en una fábrica de excusas para no hacer aquello en lo que creía. Cuando comenzó prestando dinero a los pobres, se reían de él. Después de lucharlo y demostrar que tenía razón, consiguió durante algún tiempo que los bancos le ayudasen a prestar dinero a los pobres actuando él como avalista. Aceptaron ayudarle por “pesado”. Pero cuando la cantidad de microcréditos aumentó tanto que los bancos consideraron no seguir dado el alto nivel de riesgo, Yunus tomó una decisión arriesgada y valiente: “¿Por qué no hago mi propio banco?” Y lo hizo. El Banco Grameen es ahora la única corporación de negocios que ha ganado un Premio Nobel y presta 2.500 millones de dólares al año a 9 millones de mujeres pobres basándose exclusivamente en la confianza y con una tasa de repago de casi el 99%. ¡Brutal!
- “La pobreza no la crean los pobres. La crea el sistema que hemos diseñado. El sistema rechaza a los pobres. No les acepta”. Yunus traza una analogía comparando a las personas pobres con bonsais. La sociedad no les da el espacio ni las oportunidades para desarrollarse. “Las personas somos emprendedoras cuando tenemos la oportunidad”.
- “El flujo de dinero puede movelo todo”.
- “El puesto de trabajo mata la creatividad. Tu potencial creativo entra en conflicto con un puesto de trabajo”.
- “Fallecemos sin saber quienes somos porque no nos dan la oportunidad de descubrir nuestro potencial”.
- “El concepto del desempleo es creado por el concepto de empleo”.
Casi que podría escribir un artículo con cada titular o reflexión pero aquí estoy tratando de concentrar toda esa sabiduría e invitarte a que seas tú quién reflexione sobre estas ideas.
Yunus presentó su libro: “Un mundo de tres ceros: La nueva economía de pobreza cero, desempleo cero y cero emisiones netas de carbono”. Yunus está plenamente convencido de que esto se puede lograr y que, además, es posible hacerlo para 2030. Aún no he leído el libro pero lo que he podido picotear de él, me tiene ansioso. Desde aquí me comprometo a publicar un resumen con las pepitas de oro y mis reflexiones personales de esta joya. Te reto a leerlo tú también para que estés en disposición de hacer tus comentarios cuando llegue ese artículo del blog.
Más riqueza no material
Aproveché la sesión de networking que se organizó al final del evento para crear un grupo de mastermind. Si no sabes lo que es un grupo de mastermind, no te preocupes: lo explicaré en un futuro post. No lo tenía premeditado pero de repente me dije: “¿Cuándo mejor que ahora y con estos grandes?”. ¡Y vaya que si fue un acierto! Hemos formado una piña de 5 emprendedores verdes y sociales potente con buenas sinergias y alto grado de confianza en este camino lleno de retos como es el emprendimiento.
Desde mi perspectiva más personal, volví a casa con más fe en el ser humano. Me sentía más arropado. Ahora era consciente de que los emprendedores verdes y sociales no estamos tan solos como yo pensaba. Había obtenido una nueva amplitud de miras. Este efecto motivante me supuso más determinación y energía para luchar con mi proyecto “tooty” y otros posteriores. Ahora más que nunca, creo que los emprendedores verdes y sociales somos y seremos motor del cambio. El emprendedor del futuro será verde y social, o no será.